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miércoles, 13 de mayo de 2015

EL COMIENZO Y EL FINAL

Capitulo 117 - Los inocentes.

 Después del susto que se habían llevado por la mañana,la tensión fue disminuyendo poco a poco. Estaban recogiendo la mesa ahora con más tranquilidad.

Sasuke: Hijos, estaréis donde siempre ¿verdad?

Taigaken: Sí, no te preocupes papa.

Ryuta: Yo tengo planes, iré a dar una vuelta con Inutai.

Sasuke: “Con que ya han llegado a la fase de querer estar los dos solos”

Naruto se acercó a su pequeño pelirrojo, y le revolvió el pelo con una mano, de manera dulce.

Naruto: Diviertete.

Ryuta: Sí.

Sasuke, Taigaken y Toshiki los miraban algo preocupados, su sonrisa era demasiado inocente, no estarían a salvo de cualquier depredador que se encontraran.

Sasuke: No creo conveniente que vallas tu solo con Inutai.

Ryuta: (mirada inocente) ¿Por qué?

Sasuke: No es seguro.

Ryuta: Jeje, no te preocupes papa, no saldremos de la aldea, ningún malvado nos atacara.

Toshiki: Al que no quieren que ataquen es a ti. Ryu, Inutai podría atacarte.

Los pequeños ya se habían ido a jugar al salón hace un rato, ya que no tenían ningún interés en la conversación.

Ryuta: P-pero Inutai es mi novio, no me hará daño.

Se frustraban al ver que Ryuta no conseguía comprender el sentido de sus palabras.

Naruto: “Si utilizan lenguaje de semes el no les entenderá,tontos”

Himeko: Lo que tienen miedo es que Inutai te bese.

Soun: Pero con intensidad, ¿lo pillas?

Al oír esas palabras tan directas, la cara de Ryuta se puso del mismo color que su pelo, de rojo intenso.

Ryuta: E-eso... ¡no es asunto vuestro!

Huyó hacia su habitación utilizando su gran velocidad, debido a la gran vergüenza que estaba sintiendo en esos momentos.

Sasuke: Si sigue siendo así de lindo sera una presa fácil (suspiro).

Naruto: Él estará bien, no tenéis que preocuparos.

Soun: Papi, eres demasiado inocente.

Kurama: Y que sea tu hijo el que te tiene que decir eso...

Sasuke: (enfado) Aunque sea verdad no le debes hablarle así a tu papi Soun y tu reirle la gracia Kurama.

Unos pasos estrepitosos bajaban por la escalera, y se oyó como la puerta se abría y cerraba.