El inmenso cielo se empezaba a cubrir con un manto anaranjado que indicaba el atardecer y un nuevo comiendo de la noche. Los niños se encontraban en el barrio Uchiha, y poco a poco se aproximaban a su casa.
Toshiki: Umm, huele muy bien.
Ryuta: Tienes razón, huele muy rico.
Aiko: ¡Seguro que es papa! Se me hace la boca agua.
Tsuyoshi, que con el tiempo degustaba un montón de deliciosos platos que nunca había probado, debido a sus condiciones, babeaba, limpiándose rápidamente.
Taigaken: Jeje, me pregunto que habrá preparado papa.
Ryuta: Démonos más prisa y lo podremos averiguar antes.
Aiko: Yo tengo hambre.
La pequeña dragoncita salió corriendo y Ryuta la siguió sin quedarse atrás.
Toshiki: (sonrisa Uchiha) Habrá que seguirles. ¿no Taigaken-oni-chan?
Taigaken: (sonrisa Uchiha) Me temo que si.
Dijeron dándose mirandas de complicidad, los dos echaron a correr, justo un momento antes, el pequeño ángel negro se soltó de la espalda de su hermano mayor, y alzo el vuelo, no quería ir dando tumbos, y así llegaría el primero a casa.
Podía sentir como el viento cálido de antaño, cada vez era más fresco, y rozaba delicadamente sus plumas. Sus ojos carmesis apenas tardaron unos instantes en divisar su casa, todos estaban fuera en el patio, y la mesas del comedor también estaban allí. Bajó rápidamente cayendo en picado, como un águila que va detrás de su presa, pegando sus alas azabaches al cuerpo, y expandiéndolas hasta llegar a la espalda de su padre, o eso pensaba él.
Minato: ¡Waaaa! ¿¡Qué hay en mi espalda!?
Tsuyoshi que lo estaba abrazando se percato inmediatamente que aquel sujeto no era su padre. Alzó el vuelo y sus ojos rojos lo miraron de forma asesina, haciendo bufidos.
Naruto se acercó por detrás a él, he intento abrazarlo, pero al sentir el agarre, Tsuyoshi se asustó, y al darse la vuelta araño los ojos de su papi intentando defenderse. El pequeño ángel oscuro en seguida cambio su cara de odio por una de sorpresa, al saber a quien, a quien había herido con sus propias manos.
Naruto: ¡Aahhg!
Tsuyoshi: Papi.
El rubio se tapaba sus ojos cerrados con las manos, debido al dolor. Los ojos del pelinegro, llorosos, mostraban un profundo arrepentimiento. Se alejo un poco de el y miró sus manos.
Tsuyoshi: He hecho daño a papi.
Sus ojos enloquecian viendo como sus manos solo sabían causar dolor.
Tsuyoshi: He vuelto ha hacer daño a alguien.
Sus palabras a penas eran susurros. Quería salir de allí, él no quería hacer daño a nadie, pero siempre causaba dolor a todos. Solo podía volar lejos de allí y esperar no ser secuestrado de nuevo, para que su cuerpo no sirva para que sigan hiriendo a personas.
Antes de que huyera Naruto lo agarro del brazo, y trajo su cuerpo hasta él, abrazándolo fuertemente.
Naruto: Estoy bien mi bebe, no ha sido culpa tuya.
Tsuyoshi: (llora) Papi... solo hago daño.
Naruto: (llora) Nunca te dejare ir, no otra vez, te quiero mucho Tsuyoshi.
Tsuyoshi: (llora) Lo siento papa... también te quiero.
Naruto: (llora) Lo se mi bebe.
Sasuke se acerco lentamente a ellos, era hermoso ver a los dos, y le llenaba de ternura, se sorprendió un poco cuando Naruto fue herido por su pequeño, pero eso no era nada, pues habían pasado por situaciones mil veces peores que el arañazo de un niño. Los abrazo a los dos tiernamente.
Tsuyoshi: Papa... lo si...
Sasuke: Deja de pedir perdón mi pequeño, en unos minutos tu papi estará curado.
Dijo con voz suave. Soun también se acercó a él y le acarició el pelo suavemente.
Soun: Hmm, esto no es nada para el Hokage de la aldea, tranquilo. (7///7) P-por eso no llores.
Himeko apareció detrás de su hermano mayor.
Himeko: (sonrisa) Tienes que hacer caso a Soun oni-chan.
Tsuyoshi se secó las lágrimas con sus diminutas manos.
Tsuyoshi: (serio) ¡Sí!
Miro fijamente a su papi, alzándose un poco hasta su rostro y deposito un delicado beso en su parpado.
Tsuyoshi: Pero yo cuidare de ti.
