Translate

jueves, 13 de agosto de 2015

EL COMIENZO Y EL FINAL

Capitulo 123 - Nuestros azules ojos lloran juntos.

Durante la comida se percibía el tenso y entristecido ambiente proveniente de Ryuta. Con el tiempo la hora de la siesta llegó y como era habitual todos se dirigieron hacia el salón para descansar, pero Ryu cogió la mano de su hermano Soun, para llamar así su atención, y le dijo que fueran al ático. Los dos se sentaron en aquel fresco suelo de madera.

Soun: (serio) ¿Por que quieres hablar aquí Ryuta?

Ryuta: Tengo que contarte algo que no te va a gustar.

El pelirrojo le contó toda historia a su hermano pequeño, quien atendía sin interrumpirlo. Soun notaba como cada vez le dolía más el corazón, y su puño cerrado lo posaba sobre él.

Ryuta: Después ella salió corriendo.

Soun se levantó y con rabia dio fuertes golpes a una de las almohadas que había a su alrededor. Ryuta se sorprendió, estaba algo asustado al ver toda la cólera que su hermano guardaba dentro.

Ryuta: Pu-puedes pegarme a mi si quieres, ya que seguramente ahora me odias.

Dijo con un deje de tristeza, posando su mirada en el suelo.

Soun: ¿¡Eres idiota Ryu oni-chan!? ¡Esto no es tu culpa, no tiene que ver contigo joder! ¡Ni siquiera es culpa de ese lobo!

Soun suavizo su voz y apoyó su cabeza en la inclinada pared.

Soun: No es tu culpa, no te tienes que culpar por algo así. Yo sabía que Kizuki no me quería, pero siempre estaba esperando por ella, no sabía... que su corazón ya estaba ocupado por otro. Ryuta por favor déjame solo.

Ryuta se levantó y abrazó a su hermano por la espalda, antes de dejar el lugar. Después de un tiempo Himeko entró en el ático.

Himeko: Soun oni-chan.

Soun: ¿Qué haces aquí Himeko?

Himeko: Sabes que conmigo no tienes porque fingir, te conozco mejor que nadie, y no creo que eso haya cambiado aunque estube tres años fuera. Puedes llorar Soun oni-chan.

La princesa le sonrió cálidamente y estendio sus brazos para que su hermano mayor pudiera refugiarse en ellos. Soun la abrazó con fuerza y resbalaron lágrimas por los ojos azules de ambos.

Soun: Te quiero mi princesa.

El pelinegro besó la cabeza de Himeko, que siempre sabía como leer su corazón.

Himeko: Pase lo que pase nunca te abandonaré Soun oni-chan.

Estuvieron un buen rato en silencio, que sus lágrimas otorgaron. Así permanecían tumbados entre los cojines de aquel ático. Soun apoyaba su cabeza en el pecho de su hermana, mientras ella acariciaba dulcemente su rostro junto con sus cabellos azabaches.

Soun: Sabes Himeko... me enamoré muy fácilmente de ella. Desde niños miraba su largo cabello ondulante de fuego, que parecía que en cualquier momento echaría a arder, pero que era apagado por sus ojos azules. Amaba aquel carácter vivaz y luchador, sus bromas, sus risas. Todavía recuerdo el beso en la mejilla que le llegué a dar cuando eramos unos críos, seguramente ella no se acuerde.

Himeko: ¿Sabes que harás a partir de ahora?

Soun: No le daré más puñetazos a las almohadas, porque seguro que las romperé y me caerá una bronca. Entrenaré más horas junto con papa, así no pienso en ella. “Quiero olvidarte”.

Himeko: Esta bien, pero no te sobre esfuerces.

Soun: Te tendré que hacer caso mi princesa. Gracias por animarme.
 

miércoles, 12 de agosto de 2015

EL COMIENZO Y EL FINAL

Capitulo 122 - El amor no es fácil.

Como la nieve en un caluroso invierno, así de inesperada fue la declaración de Kizuki, la única presencia femenina que albergaba en la casa de Gaara y Sai, pilló de sorpresa a todos. Segundos después de que sus pies se echaran rápidamente a correr, sus hermanos fueron tras ella.

Ryuta apretaba fuertemente sus puños y sus labios, intentando contener las cristalinas gotas que se se querían asomar por sus ojos. Inutai abrazó a su pequeño pelirrojo y acarició suavemente su rojiza cabeza, aproximandola a su pecho para que se apoyara. Ryuta se contuvo momentáneamente unos instantes, pero en poco tiempo no pudo evitar corresponder su abrazo. Sus ojos llorosos mojaban la camiseta de Inutai, sin él darle importancia.

Ryuta: (llora) Inutai, quiero mucho a Kizuki, la quiero mucho, no quiero que nos odie.

Inutai: (serio) Sí, yo también la quiero mucho, es nuestra amiga. Se que todo esto va a ser difícil para nosotros, pero yo siempre estaré ahí para cuando me necesites Ryu, siempre voy a estar a tu lado.

Inutai beso dulcemente su frente, notando en su nariz los rojizos cabellos del zorro. Ryuta fue acompañado hasta su casa. Tori odiaba ver como aquel cachorro decaía y lo dejó subirse a su espalda durante el trayecto. Notaba como el pequeño, al entrar a la parte del barrio Uchiha que no tenía ocupación, se aferraba a su blanco pelaje, buscando algo de consuelo.

Ryuta al abrir la puerta de su casa creía que estaría en ella solo, pero la voz de su padre, que lo llamaba desde el salón, le hizo percatarse que era así.

Sasuke: Ryu.

El pelinegro observaba algunos informes, cuando el ruido de la puerta hizo levantar su vista de aquellos papeles. Era su pequeño Ryuta, lo llamó para atraer su atención, pero en cuanto vio su entristecido rostro se puso serio.

Sasuke: ¿Qué te ha sucedido?

Ryuta: (llora) Papa.

Sasuke: (sharingan) “Voy a matar a ese jodido lobo”

Kurama: No te adelantes Sasuke, no es lo que piensas.

Ryuta corrió al sofá, abrazando a su padre. Sasuke acomodaba a su pequeño pelirrojo en sus piernas, consolándolo como cuando era un bebe.

Ryuta:(llora) Papa no se que hacer.

Sasuke: ¿Qué te a pasado Ryuta?

Ryuta: Estaba jugando en las barras del parque con Inutai.

Sasuke: “Vale, eso parece algo normal y no fuera de tono”.

Ryuta: Pero aparecieron los hijos de Gaa-san y...

Las lágrimas del zorrito comenzaron a salir con más fuerza y su respiración se agitó. Sasuke le seco los ojitos con sus mangas de manera delicada, para que no se enrojecieran más.

Sasuke: “Fueron ellos los que lo violaron, mierda”.

Ryuta: Kizuki vino llorando y dijo...

Sasuke: ¿Qué sucedió mi niño?

Ryuta: Que aunque seamos amigos, odia vernos juntos, ella ama a Inutai papa.

Ryuta abrazó fuertemente a su padre, no quería soltarlo, sus ojos estaban rojos de tanto llorar.

Sasuke: “Esto no me lo esperaba” Estoy aquí mi pequeño, no pasa nada.

Ryuta: (llora) Papa, ¿cómo se lo voy a decir a Soun?, él siempre ha amado desde pequeño a Kizuki, no quiero que me odie.

Sasuke: Escúchame Ryu, nadie te va a odiar, puede que a lo mejor Kizuki y Soun se enfaden contigo, pero no es culpa tuya.

Ryuta: (llora) ¿Cómo lo sabes papa? He roto su corazón.

Sasuke: En el amor Ryu, las cosas no siempre salen como uno lo espera, todo no son finales felices. Se rompieron muchos corazones cuando empece a salir con tu papi.

Ryuta: Pero tu lo quieres mucho.

Sasuke: Lo ves, es la misma situación, el amor no siempre es correspondido, que sea mutuo es algo muy especial, nada de esto es culpa tuya Ryu.

El pelinegro pasó un tiempo consolando a su hijo, teniéndolo entre sus brazos.

Kurama: Mocoso deja ya de llorar, deberíais hacer ya la comida.

Sasuke: “Buena idea Kurama, con eso por lo menos estará entretenido” ¿Quieres ayudarme ha hacer la comida?

Dijo Sasuke tiernamente mientras secaba nuevamente los grandes ojos negros de su hijo.

Ryuta: (sonrisa) Sí papa.

Durante la comida Ryuta intentaba esconder su tristeza y preocupación, pero le fue muy complicado, sobre todo porque sus ojos estaban rojos, los cuales solían mirar de reojo a Soun.