EL COMIENZO Y EL FINAL
Capitulo 105 - Palabras duras bañadas con perdón
No comprendían por qué aquella mirada de desconfianza ante ellos, les dolía mucho aquello. Aiko, a pesar de también sentir ese dolor en su pecho, fue trotando hacia su hermanito, con su mano intentó acariciarle, pero este la apartó de un manotazo. Esta acción les sorprendió mucho a todos, no se esperaban aquello.
Aiko juntó sus dos manos, apretándolas fuerte contra su pecho, y mirando al suelo. Tsuyoshi alzó su vuelo junto a su hermana Himeko.
Himeko: ¿Por-por qué lo hiciste Tsuyoshi?
Tsuyoshi: No puedo mentir, no os conozco, y no puedo confiar en vosotros.
Himeko: Pero… estuviste bien cuando papi te abrazó.
Tsuyoshi: Tampoco sé quién es, no conozco a nadie, pero su calidez se sintió agradable.
Escuchar esas palabras fue un golpe muy duro para todos, Hana empezó a llorar, estaba muy triste y no podía evitarlo, los demás, con gran esfuerzo contuvieron las lágrimas, no querían que Tsuyoshi se sintiera mal al verlos.
Himeko: Me iré a bañar con él, le explicare un poco todo, tranquilos.
Himeko abrazó a Tsuyoshi, dirigiéndose hacia el baño. Tsuyoshi pudo ver como aquel que decían que era su padre, y estuvo antes abrazando a su princesa, cogía en brazos a una pequeña niña de ojos y pelo negro, que no paraba de llorar. En ese momento, sintió ganas de que aquel hombre también lo cogiera a él en brazos, veía aquellas caras, que se veían solitarias desde que habló.
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Himeko, dentro de una bañera llena de burbujas, lavaba el pelo de Tsuyoshi, que estaba de espaldas a ella.
Tsuyoshi: ¿Por qué… todos estaban tan tristes?
Himeko: (voz suave) Bueno, tu no lo recuerdas, por qué cuando nos secuestraron no tenías ni medio año en ese entonces. Tú naciste en esta aldea, y viviste en esta casa, aquí viviremos a partir de ahora.
Tsuyoshi: Me gusta este lugar, es mucho mejor que donde estábamos.
Himeko: Luego te la enseñaré, además, la comida de papa es deliciosa.
Tsuyoshi: ¿No es solo pan?
Himeko: jeje, por supuesto que no, tienes que probar muchas cosas deliciosas. Estar viviendo todos aquí es muy divertido.
Tsuyoshi: ¿Por qué había tantos niños?
Himeko: Todos ellos son tus hermanos.
Tsuyoshi: (O.O) Imposible.
Himeko: Jeje, es verdad. Yo soy la 5ª y tú… el 9º, eres el más pequeño.
Tsuyoshi: No lo comprendo.
Himeko: mmm… ¿te acuerdas de la niña pequeña de ojos y pelo negro?
Tsuyoshi: (asiente)
Himeko: Esa es tu hermana mayor Hana, tiene 4 años, es 1 año mayor que tú, ella sería la 8ª,es muy linda, ama la naturaleza. Luego está Aiko, la chica del pelo rojo, a la que no debiste golpear.
Tsuyoshi: Lo siento.
Himeko abrazó a su hermanito con fuerza, al ver que lo decía con un deje de tristeza y estaba arrepentido, lo amaba mucho, lo tumbó sobre su pecho mientras seguía hablando.
Himeko: Es muy alegre y cariñosa. Si mis cálculos no me fallan, hará poco que cumplió los 7 años, jeje, siendo la 7ª.
Tsuyoshi: (gotita) Es un mal chiste.
Himeko: Perdón, creo que la alegría de volver me afecto bastante.
Tsuyoshi: (sonrisa) Sí, nunca te había visto sonreír de esa manera, me gusta tu sonrisa one-chan.
Himeko: A mí también me gusta la tuya (beso). Luego viene Taisei, el 6º, es el del pelo rubio alborotado y ojos azul mar, jeje es un pequeño revoltoso, ahora tiene 9 años. Luego voy yo, que soy la 5ª. Después va Soun, es el que primero me tiró al suelo.
Tsuyoshi: Sí, lo recuerdo.
Himeko: Lo quiero mucho y me llevo muy bien con él, es un rebelde sin causa, que va detrás de todas las mujeres y solo quiere a una, o mejor dicho, las mujeres lo persiguen a él.
Tsuyoshi: No os parecéis en nada.
Himeko: Ahora que lo pienso es verdad, a mi me decían la princesa de hielo por ser fría con los hombres que querían estar conmigo. Pero que eso no te engañe, Soun siempre está ahí cuando lo necesito, y yo también lo ayudo. Tiene… ¡ah, el mes que viene cumple los 12!
Tsuyoshi: Sigue.
Himeko: Sí, los dos chicos pelirrojos son los mellizos, tienen 14 años “quién lo creería” Toshiki es el mayor, es tranquilo y confiable, Ryuta es el pequeño, es otro trasto y que suele ser algo llorón, jeje.
Tsuyoshi: Falta uno.
Himeko: Taigaken, es el más mayor de todos, el responsable y protector de la familia, siempre piensa en nosotros, tú…
Tsuyoshi la miró y en su cara pudo ver algo de tristeza.
Himeko: Vosotros dos erais muy unidos, tu siempre te la pasavas pegado a la espalda de Taigaken. La verdad…
Tsuyoshi: Dime que es.
Himeko: El día en que tú naciste, Sara one-chan murió.
Tsuyoshi: ¿¡Teníamos otra hermana!?
Himeko: (Negó) No era nuestra hermana, aunque muchas veces era como una. Sara era un año menor que Taigaken, ella era su novia, él lo pasó realmente mal en esos momentos, pero tú fuiste su consuelo. Seguramente les dolieron mucho tus palabras, sobre todo a él y a papi. Seguramente papi se sienta muy culpable y crea que te dejó abandonado, ya que él es huérfano, al igual que papa. El tío Itachi es el hermano mayor de papa, murió hace mucho tiempo, ninguno habíamos nacido, pero papa puede revivirlos con un jutsu, el otro es Deidara, es nuestro tío político, ya que sale con el tío Itachi.
Tsuyoshi: Creo que más o menos puedo comprenderlo todo.
Himeko: Ok, entonces… seguro que memorizaste la edad de cada uno.
Tsuyoshi: 16, 14, 14, 12, 10, 9, 7, 4 y bueno yo 3. Aunque tú aun no has cumplido los 10.
Himeko: En verdad eres un genio. Anda vamos a salir, o nos convertiremos en pasas.
Al salir se fijaron que alguien les había dejado ropa, más o menos de su taya y estilo.
Himeko: “Debieron haber sido mis padres”
Hacía mucho que no se ponían ropa decente, y no esos trapos rasgados y sucios con los que siempre andaban. Fueron por el pasillo hasta el salón, donde un exquisito aroma inundaba el aire.
Himeko: ¡La cena Uchiha-Uzumaki! ¡Ramen y ensalada de tomate!
Tsuyoshi: ¿? “Huele rico”
Naruto: Nuestras comidas favoritas son el ramen y la ensalada de tomate, es algo típico de esta familia.
Deidara: Nunca os cansaréis de comer esto.
Aiko: ¡No!
Toshiki: Lo que esta rico es mejor disfrutarlo tío Dei.
Soun: ¿Y? ¿Cuál prefieres enano?
Tsuyoshi: “Realmente sus personalidades son tal y como Himeko one-chan me contó”
Naruto: ¿Quieres sentarte mis piernas, mi pequeño ángel negro?
Tsuyoshi: Repítelo, repite como me llamaste.
Naruto: Mi pequeño ángel negro.
Kurama: Era ese nombre ¿verdad?
Himeko: ¿Qué quieres decir Kyu-chan?
Tsuyoshi extendió sus hermosas alas oscuras y alzó los brazos, con un deje de tristeza en la voz.
Tsuyoshi: Papi.
Naruto se levantó y corrió hacia él abrazándolo.
Naruto: Parece que lo recuerdas, mi bebe, creciste mucho sin nosotros.
Tsuyoshi: Lo siento, siento lo que dije antes.
Naruto: Es normal que no recordases, apenas habías nacido, solo alguna vez decías papi, no hablabas y volabas más que caminar, siempre pegadito a nuestros brazos o espalda.
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