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domingo, 5 de octubre de 2014

EL COMIENZO Y EL FINAL

Capitulo 77 - Las lagrimas que derrame por ti

Sasuke: (Serio) Chicos, venid al salón, tengo algo que contaros.
Los pequeños se dirigieron al salón, y se sentaron en el sofá, atendiendo a lo que su padre tenía que decirles.
Sasuke: (serio) Es algo complicado de explicar. Entendéis que ser ninja tiene ciertas obligaciones y peligros ¿verdad?
Los pequeños asintieron.
Naruto: Os contare una historia sobre vuestros abuelos y otras personas de corazón noble. Yo cuando era pequeño no estuve con los abuelos, ya que nada más nacer nos atacaron y mis padres dieron su vida por la aldea y por protegerme. Otra vez atacaron la aldea, y prácticamente toda la gente murió, pero conseguimos revivirlos, por eso me llaman el héroe de Konoha. En la guerra muchos valientes se sacrificaron, dando su vida para proteger a otros o a las personas que amaban. Nosotros no hemos sacrificado muchas veces y seguramente vosotros ya lo hacéis, muchas veces no sois conscientes del peligro que pasáis o de la gravedad del asunto, por qué seguís siendo niños que veis esto como un juego, pero no es así. El tercer Hokage, al morir el cuarto, vuestro abuelo, volvió a ser Hokage, y a pesar de su avanzada edad, murió dando la vida por su aldea y sacrificándose por los demás. El maestro que me educo durante tres años, también murió en la batalla, dando hasta su última gota de sudor.
Sasuke: Puede que morir en batalla sea muy trágico, pero es algo realmente noble, y ayer alguien murió así. Escapando de unos enemigos y arriesgando su vida, intentando cumplir su misión hasta el final… ayer Sara murió.
Los pequeños se quedaron en shock, pensando lo imposible.
Ryuta: (lloriqueando) Es- es mentira, no puede ser, Sara one-chan no puede morir.
Soun: ¡Di que no es verdad!
Sasuke: Esta mañana nos llegó una carta con el mensaje.
Himeko no decía nada, por sus fletes descendía el agua que caía de sus ojos. Taisei se mordía el labio, intentando contener sus lágrimas.
Taisei: (llorar) Papi, papi
Aiko: (llorar) No quiero.
Taigaken no decía ni hacia nada, simplemente se quedaba ahí parado, pero en su corazón se desgarraba poco a poco su alma, y era el que más triste estaba. Hana y Tsuyoshi eran todavía unos bebes y no comprendían nada.
Soun: ¡Mierda, mierda!
Soun mostraba su tristeza, con enojo, y alguna gotita en sus ojos, le daba puñetazos a la pared intentando desahogarse. Toshiki no derramo lágrima alguna, pero su corazón también lloraba por dentro. Las niñas abrazaron a su padre, e intentaron acabar su llanto en sus brazos protectores. Taisei y Ryuta abrazaron a su papi, llorando sin poder calmarse, Toshiki también fue a los brazos de su papi, intentando buscar consuelo, con sus ojos secos.
Taigaken sin decir ni una palabra se fue al ático, allí intento pensar con cordura, pero el dolor en su pecho no le dejaba hacerlo.
Después de un rato y sin parar de llorar, Naruto dejo a los niños con Sasuke, y fue arriba con Taigaken, que era el que más lo necesitaba en aquel momento. Subió las escalerillas, encontrándose a su pequeño en un rincón, como ausente del mundo que lo rodeaba.
Naruto: Taigaken ¿estás bien?
Taigaken: Sí, tranquilo papi, deberías consolar a mis hermanos pequeños.
Naruto: Pero tú eres el que lo está pasando peor.
Los dos hablaban con una suave voz y de manera apaciguada. Naruto se acercó a él y lo abrazo.
Taigaken: Te he dicho que estoy bien papi.
Naruto: Ya lo sé, pero quiero abrazarte.
Taigaken abrazó a su papi, y pequeñas gotas cristalinas surgían de sus ojos.
Taigaken: Papi, duele, duele mucho, tanto que siento que me quedo sin aire y que me voy ahogar.
Naruto acariciaba el pelo de su hijo, y lo trataba de manera tierna y cariñosa.
Naruto: Desahógate Taigaken, no tengas miedo a llorar, es normal que quieras llorar por una cosa así. Cuando yo me enteré lloré como un niño pequeño en los brazos de tu padre.
 Taigaken: (llorar) Papi, no sé que voy a hacer, siento como si una gran parte de mi vida se hubiera ido.
Naruto: Se que se sufre mucho cuando alguien cercano a ti muere y que sientes un gran vacío en tu pecho, como si ya no hubiera razones para vivir. Pero luego los recuerdas y vives por ellos más plenamente, viviendo su vida por ellos, y dando más de ti, para que estén orgullosos.
No dijeron nada más, y Taigaken solo lloraba en los brazos de su papi, había estado toda su vida con Sara a su lado, y pensar que ya no estaba le planteaba él como viviría sin ella.

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