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domingo, 5 de octubre de 2014

EL COMIENZO Y EL FINAL

Capitulo 78 - Tarde

El mes de Junio trascendió de una manera muy triste para muchas personas, no todos eran tan allegados a Sara, como el grupo, que la conocía desde bebe. Muchos la conocían por ser la única hija de la familia de los Hyuga, en la cual sus almas ahora no tenían ningún consuelo. Al entierro solo fueron los mayores del grupo, ningún niño fue, exceptuando a Taigaken, por ser su mejor amigo y novio. Siempre dicen que un niño no debe ir a los entierros, por qué la alegría que hay siempre en ellos alegra a los demás, y si ven tal escenario un niño lloraría, y haría que la escena fuera aun más triste.
En el funeral Neji intentaba reprimir sus lágrimas, pero alguna siempre se escapaba, sin embargo los ojos de Hinata estaban cristalinos, y sus mejillas parecían un par de cascadas sin fondo.
Muchos al enterarse en la aldea les invadió la tristeza, ya que aquella pequeña niña tan solo tenía 12 años, era normal que muriera gente en el mundo ninja, aunque reciente mente el índice de mortalidad había descendido notablemente después de la cuarta guerra ninja. Si un ninja adulto moría era normal, aunque triste, pero que muriera una niña pequeña hacía plantearse muchas cosas.
Taigaken solo lloraba a veces, cuando estaba a solas con su papi, que lo consolaba en su cálido pecho. No quería que sus hermanos lo vieran en ese estado ya que, él era el mayor, y debía ser fuerte para ayudarlos a ellos, y no mostrar debilidades.
A veces alguno de sus hermanos iba a sus brazos buscando consuelo por aquella pérdida, la única que descubrió sus mentiras fue Himeko, que decía mientras estaba en sus brazos que ella lloraría por él.
Algo que lo consolaba era estar a solas con su hermano Tsuyoshi, ya que él no sabía nada del mundo y desconocía aquello llamado muerte. Al abrazarlo se sentía mejor, y veía su reflejo en él.
Tal como predijo Kurama el pequeño era realmente listo, y aprendía a una velocidad inimaginable, con un mes escaso ya empezaba a dar sus primeros pasos, su boca todavía no decía ninguna palabra, y pocas veces salía algún sonido o balbuceo de ella, pero sin embargo entendía todo lo que le dijeses, y sabía mover la cabeza diciendo sí o no. Su conocimiento era increíble y al que más le gustaba fomentarlo era a Taigaken, intentando olvidar tanto dolor.
Era mediados del mes de Julio y todos se encontraban en el salón, hablando y haciendo cosas. Todos estaban realmente acalorados, sufriendo el inmenso calor de verano.
Himeko: Creo que me voy a derretir.
Aiko: No hace tanto calor.
Ryuta: Prefiero esto al invierno.
Sasuke: Naruto, es la hora.
Naruto: Tsuyoshi, ven con papi.
Naruto y Sasuke se encontraban sentados en uno de los sofás, al igual que Orochimaru, Kabuto, Hidan y Kazuku, los demás estaban sentados en el suelo con los niños, jugando o haciendo algo, o porque decían que era más fresquito. Tsuyoshi solo llevaba puesto un pañal, era adorable, jugaba con Taigaken. Al oír la voz de su papi llamándolo, sacó sus alas negras como el carbón y voló hacia él. Ya lo habían visto otras veces hacerlo. La primera vez fue algo sorprendente y extraño, pero en seguida se acostumbraron.
Naruto: Ven aquí mi niño.
Naruto lo abrazaba con gran cariño. Sasuke adoraba estas lindas imágenes, ver a Naruto con uno de los pequeños o embarazado lo hacía todavía más lindo de lo que ya era. Naruto se quitó la camiseta, él no lo sabía, pero en la parte de detrás de su cuello y en la espalda tenía numerosos chupetones. Naruto se recostó, poniendo como de costumbre su cabeza en las piernas de Sasuke. Estando así más cómodo para darle el pecho al pequeño. Como de costumbre Tsuyoshi apretaba muy fuerte, hiriendo un poco a Naruto.
Naruto: ¡Ay!, te he dicho que no aprietes tan fuerte Tsuyoshi.
Hana fue corriendo hacia sus padres.
Hana: Yo también quiero leche papi.
Naruto: Es que está comiendo tu hermanito.
Sasuke: Puedes hacerlo con dos a la vez, con Toshiki y Ryuta acabaste haciendo eso y con Himeko y Taisei.
Naruto: Anda sube chiquitina.
La pequeña subió con la ayuda de su padre. Los dos tomaban tranquilamente cogidos de la mano. Tsuyoshi seguía sin mostrar ninguna sonrisa, pero empezaban a saber apreciar cuando estaba contento, y ese era uno de los momentos.
Aiko: ¡Papa, pis!
Sasuke: Pero…
Aiko: Venga.
Sasuke: Himeko la podrías llevar tu al baño.
Himeko: Claro papa, ven conmigo Aiko.
Aiko: ¡Gracias Himeko one-chan!
Las dos iban juntas de la mano.
Naruto: Tsuyoshi por favor.
Sasuke lo cogió en brazos.
Sasuke: Tsuyoshi, no tienes que apretar porque le haces daño a papi.
Tsuyoshi indicó que tenía hambre.
Sasuke: (suspiro) No hay otro remedio, menos mal que sabía que esto volvería a pasar.
Sasuke sacó un biberón y se lo intentó dar a Tsuyoshi, pero este se negaba. Taigaken lo cogió en brazos.
Taigaken: Déjame a mi papa. ¿Tienes hambre verdad Tsuyoshi?
Tsuyoshi: (Asiente)
Taigaken: Pero tú quieres pecho y no biberón.
Tsuyoshi: (Asiente).
Taigaken le dio un pequeño pellizco a Tsuyoshi.
Tsuyoshi: ¡Ay!
Taigaken: Esto es lo que le haces a papi cada vez que le aprietas mucho. ¿Lo vas a volver a hacer?
Tsuyoshi: (Niega) (He indica que si no papi llora, señalando a Naruto y luego moviendo debajo de sus ojos con los puños cerrados)
Taigaken revolvió el pelo de Tsuyoshi.
Taigaken: Muy bien. Ahora no aprietes.
Taigaken puso a Tsuyoshi encima de su papi y esta vez no apretó como una fiera, Naruto le acariciaba su desnuda espalda.
Naruto: Eso es Tsuyoshi.
Hana: ¡Estoy llena!
Y se fue a jugar con Zetsu, ya que a los dos les gustaban las plantas, bueno, también es que él era una. Sasuke pensó en ese momento que su hijo Taigaken llegaría a ser un buen padre, pero en ese momento no podía revelar esos pensamientos, debido a la muerte de Sara.

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