EL COMIENZO Y EL FINAL
Capitulo 93 - Huida
Siguieron corriendo por la inmensidad del bosque, gracias a los sentidos de Toshiki y Ryuta pudieron encontrar fácilmente el lugar. Pero al estar tan lejos de ellos los ninjas los fueron alcanzando, incluso estos aumentaron su velocidad al saber que estaban huyendo, la presión cada vez era mayor. Taigaken que era el más fuerte y maduro de aquel grupo, a pesar de no ser el mayor, intentaba tal como le decía su padre en aquellos momentos de guerra o de pelea, mantener la cabeza fría e intentar pensar todo con la mayor claridad posible, y con la mente abierta ante cualquier situación de ataque o de defensa. En esos momentos donde corrían desesperadamente, los mayores Uchiha, empezaron a recordar aquellos momentos donde cuando eran pequeños fueron atacados.
Taigaken ante sus ojos podía recordar perfectamente en el momento cuando obtuvo el Sharingan con 5 años, la primera vez que peleo seriamente con un ninja, clavándole su espada de madera en el vientre, defendiendo con dureza la vida de sus 3 hermanos pequeños.
Los mellizos también recordaron aquel amargo momento, donde el miedo se introdujo en sus pequeños cuerpos temblorosos y veían a su hermano mayor defenderlos salvajemente y dándolo todo de él. Pudieron recordar otra de sus peleas, donde está no fue tan amarga, estaban más crecidos, esta vez sus padres, los adultos y sus amigos estaban con ellos, aunque no intervinieron. Fácilmente pudieron vencer a los ninjas con la ayuda de su hermano mayor y de su hermano pequeño Soun.
Soun, vio ante sus ojos la primera vez que quisieron, y se atrevieron, a intentar secuestrar a su hermana pequeña Himeko delante de sus narices. En ese momento quería cortarle la cabeza a aquel tipo, y asesinarlo sin ninguna piedad, pero sus padres les habían enseñado unos valores, los cuales debía respetar, y no dejarse llevar nunca por la ira de sus impulsos.
Himeko a pesar de ser una niña muy pequeña, podía recordar los dos últimos momentos, de esas veces que se te queda algo en la cabeza, aunque sea una mera tontería, y no lo puedes borrar, como si se hubiese grabado en el corazón. Después de eso no hubo muchos más ataques, quedándose todo tranquilo, pero tenía la impresión que aquella paz pasajera se terminaría, y los ataques empezarían de nuevo, pero esta vez ella está ahí para pelear.
Los demás Uchihas no fueron conscientes de ningún ataque, y prácticamente vivían en la ignorancia de ellos, sin ser totalmente conscientes del peligro que les rodeaba, porque sabían que serían protegidos por sus hermanos mayores, en sus mentes no tenían totalmente claro el concepto de guerra. Veían todos aquellos entrenamientos mayormente como un juego que como lo que era, una preparación para la batalla.
Todo aquello no podían saber si era del todo bueno o malo. Sus mentes estaban limpias de lo malo y conservaban la inocencia. Pero no estaban del todo preparados mentalmente, algo que los mayores por su cuenta habían pensado, pero a la hora de la verdad no sabían cómo tratarlo.
Por lo menos sabrían defenderse, pero en la mano de los 5 Uchihas mayores, estaba la vida de 4 niños pequeños, solo Aka, uno de estos, de 8 años, podía tener una pequeña oportunidad de defenderse.
Ryuta: Dattebayo, ¡los tenemos casi al lado, a unos 150 metros!
Taigaken: ¡Correr todo lo que podáis, ya no queda nada!
Himeko: ¡Veo la entrada!
Kahina: ¡No os separéis!
Toshiki usó su velocidad para llegar antes y poder abrir rápidamente la entrada. Era una cueva que aparentemente no tenía salida, pero al mover de una manera determinada algunas de las rocas, se abría un pasadizo, un túnel de gran dimensión.
Toshiki: ¡Daos prisa!
Todos entraron corriendo a la cueva, y Toshiki la volvió a cerrar rápidamente.
Taigaken: ¿¡A cuanto están de nosotros!?
Ryuta: ¡A unos 160 metros!
Taigaken: ¡Escuchad, aquí estamos a salvo, pero aun así es mejor adentrarnos rápidamente en el interior!
Sus pasos eran acelerados, pero no tan rápidos como antes, porque ya estaban relativamente a salvo.
Kahina: Este pasillo es bastante largo.
Himeko: Sí, si alguien descubre como entrar, al ser un desconocido es fácil de detectar, y nos da tiempo a prepararnos, escondernos o escapar.
Kai: Lo tenéis todo muy bien pensado.
Taigaken: Es por la seguridad de los pequeños.
Toshiki: Ya nos han detectado.
Todos se estremecieron al entender que los malos volvían a estar tras de ellos.
Toshiki: Los malos no, me refiero a los lobos.
Ryuta: ¡Tori!
Tori, el lobo blanco y de ojos azules apareció, el cual era de Inutai. Ryuta fue a abrazarlo fuertemente.
Ria: Es muy grande.
Tori: Grrr, ¿Quiénes sois vosotros?
Ryuta: Tranquilo Tori, son amigos nuestros, nos estaban persiguiendo unos ninjas y tuvimos que venir aquí.
De entre las sombras apareció Inutai.
Inutai: Menos mal que ha sido una falsa alarma.
El lobo aulló, de manera que Yasei, el lobo negro y Etsu, estuvieron avisados de que nada sucedía
Taigaken: Vamos, ya queda poco hacia el interior.
Todos siguieron caminando por el pasillito, Ryuta iba subido encima del lobo, Tori, y a su lado Inutai, que caminaba sin separarse de él.
Inutai: ¿Estás bien Ryu?
Ryuta: Sí, no me ha pasado nada.
Inutai: (Suspiro) Menos mal.
Toshiki: Tantos años juntos y sólo te preocupas por tu novio.
Inutai: Es lo normal y prioritario.
Los pequeños se sorprendieron al oír aquello.
Kahina: ¿Eres gay Ryu-chan?
Toshiki: Más bien por así decirlo, fuer el lobo el que capturó a mi inocente hermano.
El pobre Ryuta estaba con la cabeza gacha, y su rostro tenía el mismo color rojizo que su pelo.
Himeko: Si seguís así Ryu oni-chan acabará huyendo de vosotros.
Aka: ¡Ya se puede ver la luz!
Terminaron de salir de aquel largo pasillo, descubriendo aquel grandioso lugar, con un árbol de inimaginables proporciones, aquello era demasiado hermoso para ser verdad.
Taigaken: Venir por aquí, subiremos a la casa que hay en el árbol.
Hiroto: Yo no veo ninguna casa.
Soun: Está escondida entre las ramas y las hojas del árbol.
Normalmente para subir utilizaban una escalera hecha con tablas de madera y cuerda, o directamente trepaban, pero al ser tantos utilizarían otro mecanismo. Himeko rozó y presionó determinadas zonas de una parte del tronco, abriéndose automáticamente una compuerta.
Yuki: Genial.
Yasmin: Impresionante.
Decían anonadados los pequeños, la sorpresa de los descendientes de los Kages era inmensa, nunca habían visto un lugar igual, y con semejantes mecanismos.
Himeko: Entrad.
La obedecieron y desde el interior podían ver como la compuerta se volvía a cerrar, todo se volvió oscuro, y los pequeños tenían miedo.
Taigaken: No os asustéis no os pasara nada.
Notaron como a sus pies el suelo se movía y algo los impulsaba para arriba.
Kai: ¿Qué se supone que es esto?
Taisei: Lo inventó Buki, es hija de un marionetista, uno de los hermanos del Kazekage.
Taigaken: Tiene solo 8 años, pero esto fue un gran logro.
El rustico ascensor subió un montón de metros, hasta que la compuerta se volvió a abrir, dando de nuevo paso a la luz. Estaban en el interior de una pequeña habitación, no tenía ningún mueble, solo algunas plantas decorativas. Taigaken abrió una puerta situada enfrente de ellos, donde ya se podía ver aquella inmensa casa de madera.
Kahina: Wuau, ¿todo lo construisteis vosotros?
Aiko: Sí, aunque fue mucho trabajo, pero todos colaboramos, jeje.
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