EL COMIENZO Y EL FINAL
Capitulo 107 - Besos
Ryuta: (sonrisa resplandeciente) Jeje, es tan linda.
Decía tumbado en la cama, boca abajo, apoyando su cabeza encima de sus manos y moviendo felizmente las piernas de arriba abajo.
Taisei: (sonrisa resplandeciente) Sí, Himeko one-chan es la maaaaas linda.
Soun: Siempre será nuestra princesa.
Himeko aún dormía en el pecho de su hermano mayor rebelde.
Toshiki: Pero la pequeña dragoncita, es muy dulce.
Aiko: ¡Gracias Toshiki oni-chan!
El zorro rojo mayor tenía sentado entre sus piernas a aquella dragoncita, que le concedió un cálido beso en la frente por sus palabras.
Hana: (Inocente) Papi ¿Hana es linda?
Naruto: Por supuesto, es una flor que poco a poco sale de su capullo para volverse más hermosa.
Hana: (sonrojada) ¡Flor!
Los tres pelinegros volvieron a la habitación.
Sasuke: ¿Qué hacéis?
Naruto: Observar la belleza de nuestras princesas ¿verdad?
Ryuta y Taisei: Sí.
Soun: ¿Por qué no despertamos a la princesita como solíamos hacerlo chicos?
Taigaken: Claro, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que lo hicimos.
Tsuyoshi: (¿?)
Toshiki: Este es el verdadero saludo Uchiha masculino.
Taigaken se acercó a la cama y besó dulcemente la frente de Himeko, y empezó a medio despertarse. Los mellizos, a la vez, la besaron cada uno en un moflete, esta abrió los ojos algo sorprendida. Soun le dio un besito en la nariz, lo que le hizo cosquillas.
Himeko: Jeje.
Taisei: ¡Yo también!
El rubito se acercó, dándole un tierno beso en la cabeza. El pequeño ángel negro extendió sus oscuras alas, volando desde los brazos de su padre, hasta donde su hermana mayor.
Tsuyoshi: Yo también te regalo uno.
Este la beso delicadamente en el párpado de uno de sus ojos.
Himeko: Jeje, sois únicos.
Pero, con una solo mirada, Sasuke y Naruto se combinaron para darle a la vez un beso en cada mano, arrodillándose, estilo principesco.
Aiko: Wooo, papas tenéis un aura genial.
Himeko: Jeje, intentáis combinar lo elegante Uchiha y lo salvaje Uzumaki, tengo unos chicos increíbles. Pero… no son del todo caballerosos.
Ryuta: Jeje, ¿Qué le ocurre princesa?
Himeko cogió y abrazó a sus dos hermanitas.
Himeko: Debéis saludar apropiadamente a todas las princesas, sean de hielo, fuego o tierra.
Las otras pequeñas también fueron consentidas, aquel pequeño, dulce e inocente juego, les divirtió mucho y las constantes risas no dejaban de escucharse.
Deidara bajó las escaleras, queriendo encontrar la causa de aquel ruido en la mañana, abrió la puerta del dormitorio.
Deidara: (enfadado) ¿Oye que es todo ese…?
No llegó a terminar, debido a la sorpresa de que las tres pequeñas le besaran en las mejillas y en la frente haciéndose que se sonrojara.
Deidara: (Sonrojado) ¿¡Que-e…!?
Itachi llegó a la habitación, también siendo invadido por la ronda de besos, Himeko lo abrazaba colgada de su espalda y las pequeñas fueron sujetadas por los brazos de su tío pelinegro, que sonreía felizmente por el recibimiento.
Himeko: Jeje tío Itachi.
Deidara: (enfadado) ¿Y tú por que estas tan feliz?
Itachi: (sorprendido) He, ¿Por qué no iba estarlo? (sonrisa) Adoro a mis sobrinas.
Naruto: Jeje, Deidara no te enfades.
Soun: Tío Itachi tienes que cuidar más de Dei-chan, en seguida se siente solito.
Itachi: (suspiro) Tienes razón.
Deidara: (cabreado) ¿¡Quién está solo imbéciles!?
Hana: Lo siento tío Dei, no quería que estuvieras triste o que te enfadaras.
Aiko: Perdón
Deidara: Ag, no me puedo enfadar con vosotras.
Kurama entró en la habitación.
Ryuta: ¿He? ¿Cuándo saliste Kyu-chan?
Kurama: Hace tiempo.
Tsuyoshi: ¿Él es Kyu-chan?
Himeko: ¡Ah, claro! Tú todavía no habías visto a Kyu-chan.
Tsuyoshi voló hasta él, sentándose encima de su lomo.
Kurama: ¿¡Que haces mocoso, bájate!?
Tsuyoshi lo abrazó.
Tsuyoshi: Eres muy suave y cálido Kyu-chan.
Kurama se sonrojo, cediendo. Ryuta también se subió encima.
Ryuta: ¡Vamos Kyu-chan!
Kurama: ¡Eso si que no, tu ya tienes 14 años!
Ryuta: (ojitos) Pe-pero Kyu-chan.
Kurama: Esta bien.
Taisei: Yo también quiero.
Soun: No estreséis a Kurama-chan, si quieres te llevo en una nube de viento.
Taisei: ¡Viva!
Kurama: “Gracias”
Soun: “De nada, te debía cuidar a la princesa”
Kurama: Como iba diciendo, han llamado por teléfono, parece que mucha gente es feliz queriendo torturar a Teyawar.
Todos asintieron pensando “es lógico”
Kurama: Lo tienen todo controlado, y vuestros amigos quieren celebrar que estos dos pudieron regresar a casa, tienen deseos de volver a verlos.
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